Fran y Vanessa

 La navidades del 2003  Fran Y Vanessa lloraban mientras metían en grandes bolsas de basura todo tipo de utensilios, las mantitas del bebé, zapatos, prendas favoritas como ese chandall en Táctel marrón diseño Pryca o aquel traje de noche de la Vane de lycra negra, que no hacia ni seis meses había comprado en el Zara para el dia de fin de año, todo ello limpio y bien dobladito para guardarlo en el garaje de un amigo. Después tiraron en otra bolsa de basura grande, papeles, nóminas, fotos, y algunos objetos de decoración de todo a 0´60 que ya nadie querría , y es que tanto objeto decorativo no cabría en casa de sus respectivos padres.

Asomados al quicio de la puerta dieron un último vistazo al piso ya vacío y  ese mismo vacío  les golpeó en el pecho al cerrar con doble vuelta de pestillo la puerta de aquel pisito de alegre hipoteca que ya no podían pagar. Allí quedaban sueños rotos y planes trastabillados... aún flotaba en el ambiente aquel olor al bebé, de 2000 euros gentileza del estado, que tantos momentos de alegrías y peleas les habían proporcionado... Se les abría por delante un abismo de sentimientos, miedo, incertidumbre...y de deudas.

Fran iba delante en el ascensor bajando algunas bolsas, el carrito del niño y una caja con aparatos y cosas de tecnologías puntas que llevaba para vender en la cadena de usureros "Cash Converters" esa misma tarde.

.Cuando se encontraba colocando la caja en el maletero de su Ford Marengo, vió salir de una cafetería al director del banco donde tres años atrás la pareja había tramitado nerviosamente los papeles de su hipoteca,  los papeles para el coche y de la reforma de aquel hogar...fué tan fácil... entonces no había problemas .

El dinámico banquero, ahora encorvado y sin afeitar , reconoció a Fran, y en medio segundo hubo un cruce de miradas, entonces el ex director de Bankalia, con una mueca congelada, agachó la cabeza y simulando tener prisa, aceleró el paso, y se deslizó en un zig zag camino a la primera esquina. Fué en ese momento cuando Fran  despertó... empezó a atar cabos y a pensar.